Si hay algo constante en esta vida es el cambio. Pero, ¿por qué nos resistimos a él? Por una razón fundamental: sentimos miedo a la incertidumbre del cambio y entonces:
- Generamos apegos.
- Vivimos presos de aquello que no queremos soltar.
- Frenamos nuestra propia evolución personal y espiritual.
Por eso, resulta fundamental comprender que el cambio es un proceso ineludible para el cual existen herramientas que nos permitirán liderar en medio de un mundo volátil, incierto complejo y ambiguo.