Toma el tiempo necesario para conocer con claridad a quién te diriges y cómo tu producto puede ayudarlos.
Crea tu buyer persona e identifica lo más detallado posible a tu cliente ideal: sus intereses, sus problemas, sus frustraciones y sus deseos.
Así podrás crear textos persuasivos, enfocados en necesidades reales.
Lo más importante para tu cliente ideal es conocer cómo tu producto o servicio puede resolverle su problema.
De esta manera, tendrán claro qué pueden llegar a conseguir al obtener tu producto.
¡Es momento de convertir tus características en beneficios o soluciones!
Usa las historias para mover los sentimientos de tus clientes, apóyate en el Storytelling para crear una historia sólida y emocional en torno a lo que ofreces.
Lo que dices es importante, pero cómo lo dices es aún más importante, enfócate en despertar la emotividad en las personas con mensajes personalizados.
Habla de tú a tú: sentirán que les hablas directamente a ellos y generarás empatía y confianza con tu marca o empresa.
¡Haz preguntas! Capta la atención de tu público con preguntas, como por ejemplo: ¿qué opinas?, ¿te ha pasado (situación) alguna vez?, ¿cómo utilizas nuestro producto?, ¿qué te inspira?, ¿sabías que…?, ¿cuál te gusta más?, ¿cuál es tu favorito?.
Esta es una de las técnicas más persuasivas del marketing digital.
Los testimonios aportan credibilidad y confianza, las experiencias positivas de otros consumidores ayudan a nuevos clientes a comprar.
¡Recuerda tenerlos en tu estrategia de marketing!
Trabaja en una buena estructura, y repítela las veces que sea necesario hasta dominarla.
Una buena redacción debe estar ordenada, hoy los usuarios a los que nos dirigimos no leen en profundidad, solo escanean los textos. Por eso, es importante utilizar negritas o destacar los textos con mayúsculas, emojis, signos de exclamación o interrogación.
Trabaja por la calidad y no la cantidad. Estos son algunos consejos que aumentarán el valor de tus productos o servicios a través de los textos:
Evita expresiones como: “un grupo”, “algunos”, “varios”, “numerosos”, “muchos”, “cierto número”, “bastantes”. La información debe ser exacta y concreta.
También, se debe omitir escribir en términos poco cuantificables o poco precisos, así como: los más, mucho, mejores, gran, demasiado, súper, entre otros.
Utiliza verbos de acción (no te pases con el imperativo).
Incluye datos reales (estadísticas, casos de éxito…) que lo que digas no se quede en palabras vacías.
Pon en práctica las power words (pero no caigas en tópicos).